CAMPOS ROTURADOS
Mijail Shólojov
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Sholojov, Mijail - Campos roturados [1932-1960].pdf [1.37 Mb]
Campos roturados, de Mijaíl Shólojov
Por: Koldo
Sholojov, Mijail - Campos roturados [1932-1960].pdf [1.37 Mb]
Campos roturados, de Mijaíl Shólojov
Por: Koldo
Esta genial obra del realismo socialista pertenece a Mijaíl Shojolov, para muchos el escritor más importante del siglo 20. Lo malo para él es que vivió y apoyó el primer régimen socialista de la historia dirigido por obreros y campesinos: la Unión Soviética. Además tuvo la mala suerte de estar orgulloso de este régimen socialista así como de su principal dirigente, Stalin. Es por ello que muy difícilmente encontrarás ningún libro de Shólojov en las estanterías europeas.
Es tanta su calidad literaria que en plena guerra fría recibió el premio Nobel de literatura.
Campos roturados es una novela de unas 700 páginas que nos ubica en uno de los episodios más difíciles de la lucha de clases en las tierras soviéticas: la colectivizacion de 1930.
Stalin manda 25 mil voluntarios bolcheviques de las ciudades a apoyar en las pequeñas aldeas de toda la URSS la línea del Partido Comunista referida a la colectivización y lucha contra los kulaks (campesinos ricos).
El marino Davídov de Leningrado llega a una pequeña aldea del Don. Allí comienza la labor de organizar a los campesinos pobres en el que llamaran koljós "Stalin" y que sufrirá la resistencia de los campesinos ricos en forma de boicot activo, primero, y luego más astutamente irán entrando en el koljós para minarlo desde dentro.
Algunos contrarrevolucionarios blancos también se encuentran escondidos en la aldea desde donde planean extender una rebelión cosaca contra los comunistas.
El camarada Nalgunov es uno de los campesinos más conscientes y veterano rojo de la guerra civil también ayudará a Davídov en la dura empresa de la colectivizacion. Su actitud resuelta contra los nuevos koljosianos de procedencia kulak le hará tener problemas con los superiores del Partido en el distrito y será condenado por su línea ultraizquierdista.
Nos enfrentamos a una multitud de personajes descritos con una parcialidad agradecida, que nos sumerge en la realidad de los años 30, donde la revolución se juega el todo por el todo tanto en la colectivización agrícola como en la deskulakización.
Una genial obra de arte que refleja magistralmente el acecho de los blancos (ex zaristas) sobre los bolcheviques, la introducción de los ricos en algunos puestos del Partido para actuar desde dentro y, como no, a los admirables y fieles obreros y campesinos pobres luchando hasta dar la vida por el sistema en el que creían, el sistema sovietico.
Es tanta su calidad literaria que en plena guerra fría recibió el premio Nobel de literatura.
Campos roturados es una novela de unas 700 páginas que nos ubica en uno de los episodios más difíciles de la lucha de clases en las tierras soviéticas: la colectivizacion de 1930.
Stalin manda 25 mil voluntarios bolcheviques de las ciudades a apoyar en las pequeñas aldeas de toda la URSS la línea del Partido Comunista referida a la colectivización y lucha contra los kulaks (campesinos ricos).
El marino Davídov de Leningrado llega a una pequeña aldea del Don. Allí comienza la labor de organizar a los campesinos pobres en el que llamaran koljós "Stalin" y que sufrirá la resistencia de los campesinos ricos en forma de boicot activo, primero, y luego más astutamente irán entrando en el koljós para minarlo desde dentro.
Algunos contrarrevolucionarios blancos también se encuentran escondidos en la aldea desde donde planean extender una rebelión cosaca contra los comunistas.
El camarada Nalgunov es uno de los campesinos más conscientes y veterano rojo de la guerra civil también ayudará a Davídov en la dura empresa de la colectivizacion. Su actitud resuelta contra los nuevos koljosianos de procedencia kulak le hará tener problemas con los superiores del Partido en el distrito y será condenado por su línea ultraizquierdista.
Nos enfrentamos a una multitud de personajes descritos con una parcialidad agradecida, que nos sumerge en la realidad de los años 30, donde la revolución se juega el todo por el todo tanto en la colectivización agrícola como en la deskulakización.
Una genial obra de arte que refleja magistralmente el acecho de los blancos (ex zaristas) sobre los bolcheviques, la introducción de los ricos en algunos puestos del Partido para actuar desde dentro y, como no, a los admirables y fieles obreros y campesinos pobres luchando hasta dar la vida por el sistema en el que creían, el sistema sovietico.